- Una obra de arte al lanzamiento de falta del albaceteño hace deleitar a Nueva Condomina y acabar con dos menos por doble amarilla la enfurece.
La primera parte bien podía haber sido nominada como el tostón de la temporada si no fuese por el intento de buen inicio de partido que intentaba el Murcia. El primer tiempo nunca tuvo un dominador claro ni un centro de campo que llevara la batuta del partido. En el minuto 11 Kike tuvo una ocasión, lástima que estuviera en fuera de juego al pase de Mario Marín; en el 15, Emilio disparaba y atento atajaba el disparo Cuéllar. Un remate de 'El Ruso' a las manos de Cuéllar y otro disparo de Nico que se marchaba por poco sería el resto que haría el Murcia. Por su parte, el Sporting tuvo una, pero clarísima: Sangoy picaba el balón a Alberto y se marchaba alto por nada.
El Murcia tenía que corregir muchas jugadas en ataque e intentar dejar menos huecos entre centro de campo y defensa.
En el 64 el árbitro señalaba una falta lejana (en tres cuartos) para el Murcia, dispararía Emilio y Bilic haría manos en la frontal del área; desde ahí si que no falló el albaceteño: estampó el balón en las mallas imposibilitando una hipotética estirada de Cuéllar. Llevarse los tres puntos era cuestión de calma y paciencia. A diez minutos de la conclusión del partido, Óscar Sánchez se iría a la calle -al igual que en el partido de la ida- por doble amarilla. Las cosas se ponían cuesta arriba y entraba el miedo en el graderío grana, el cual quería ver como el Murcia cortaba esa racha de cuatro derrotas en los últimos cinco partidos. Pronto vería también Emilio Sánchez la doble amarilla y el partido se ponía más en pendiente. En el 88 Bilic remataría dentro de la portería de Alberto un balón donde la zaga grana podría haber hecho más
Así acabó el partido donde al Murcia se le escaparon algo más que tres puntos: La posibilidad de los playoffs. Las jornadas no perdonan y los suicidios innecesarios funden sueños.
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