A la hora de la verdad, cuando el derbi se empezó a jugar, sólo
hablaron los jugadores de Bordalás. Sólo hubo un equipo sobre el césped
de NC: el Elche. Que jugó como quiso, que sin pisar el acelerador ganó
de principio a fin al Murcia y que consolida su candidatura, como
mínimo, al playoff. Todo lo contrario que los grana, a los que se les
puede haber ido ya de forma definitiva (a pesar de que quedan puntos de
por medio) el sueño de llegar al final liguero en la pomada. A diez
puntos del corte se quedan los hombres de Iñaki Alonso, que en muchas
fases del partido evidenciaron una lastimosa impotencia.
Que nadie caiga en esa trampa de pensar que el Elche ganó sin generar
demasiado, con poco. Que nadie lo haga... al menos en público porque
quedará irremediablemente mal. Los franjiverdes ganaron fieles a su
estilo, buscando a Ángel al principio, en el ratito que el partido
estuvo medio igualado (apenas diez minutos) y luego ganaron apoyándose
en una presión que iba de atrás adelante y de adelante atrás. Esto es,
apretando (pero bien, sin patadas, que quede claro) por igual defensas,
delanteros y esa dupla medular, Ruper-Mantecón, que dejó en evidencia a
Iturra y a Aguilera.
Tras un par de tiros al aire, uno por bando, una llegada clara de
Palanca que salvó in extremis Molinero (el mejor del Murcia en todo, en
juego y en actitud toda la tarde) y la subsiguiente reacción del Murcia a
través del lateral diestro grana, el Elche se hizo amo y señor de la
zona ancha y por extensión del partido. Con el añadido para los de
Bordalás que mientras todos 'los tenores' de medio campo para arriba del
Murcia estaban desactivados, no aportaban nada (lo de Chando es
descorazonador), el Elche siempre que juntaba a Palanca, Xumetra y sobre
todo al chicharrero Ángel metía miedo. Así llegó el 0-1, que firmó el
navarrico Ruper y que fue a la postre definitivo. Así se llegó al
entreacto. Con los locales 'aplomados' y con el Elche emulando a
Casillas y Reina con lo del 'me siento seguro'.El mensaje que del campo
llegaba a la grada es que salvo machada el partido estaba para los
ilicitanos.
En la segunda mitad Iñaki Alonso, como el otro día ante el Recre,
juntó a tres delanteros sacando a un Borja que en los minutos de que
dispuso hizo bastante más que Chando y que El Ruso, pero fue más un
brindis que otra cosa. Para entonces el Elche gozaba a costa de un
Murcia lamentable
Sin hacer sangre. Con el Murcia tirado arriba cada contra del
Elche era mortal y sólo la mala finalización impidió que la goleada
fuera a más. Generelo hizo el 0-2 y... c'est fini. Paso de gigante de un
Elche que se reafirma ante un Murcia que quizás tenga que mirar ya al
objetivo de los 51 puntos.
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