FALTÓ ALGO PARA GANAR (ALC 1-RM 0)

• Siviero pagó salir con doble pivote.
• Aunque encajamos el gol relativamente pronto, no supimos reaccionar en ningún momento.
• Gustavo no fue valiente, y salió parece que conformándose con el 0-0.
• Tras la roja a un jugador del Alcorcón parecimos animarnos más, pero no lo suficiente.

 Sergio Mora adelantaba al Alcorcón en la primera parte y hasta la segunda mitad, el Murcia era un equipo pequeño, sin alma. Tras la expulsión de Ángel parecía que era posible el empate, pero las ganas por sacar un punto fueron diluyéndose.
 Con el ánimo por los aires llegaba el Murcia a Santo Domingo, tal vez, porque ganamos al líder en la jornada pasada, pero esto fue un arma de doble fio. Siviero, de inicio hizo bien de no fiarse de esa circunstancia secundaría, pero lo que muy pocos esperábamos era ver a un Murcia tan encerrado.
Fue pitar el colegiado el inicio del choque, para que el Alcorcón ya asediara el marco de Javi Jiménez. La defensa murcianista parecía un coladero.
Antes de los cinco primeros minutos ya probó Fernando Sales a Javi Jiménez con un disparo sin peligro alguno. Como si fuera un preludio de lo que se nos iba a venir encima, Oriol, también probó desde el área pequeña, pero nada; y a la tercera, como dice el dicho, fue la vencida: Sergio Mora, de falta batiría la portería de Javi. Entonces saltaba todo el banquillo, era impotencia, saber que mereces perder por ser sencillamente inferior. 
La primera ocasión grana llegaría sobre el minuto 30, sería Sutil que no llegó a rematar una falta lateral; estuvo a punto de establecerse el empate, pero nada. A partir de ahí, el balón pasaría por Matilla, y con otro ritmo, el Murcia era claramente diferente.

Siviero cambió algo la táctica estirando las líneas, pero el resultado era el mismo: Babín y Laguardia robando balones en el último suspiro.
Llegaría así el descanso, al Murcia le falta bastante para crear peligro en la meta de Manu.
Sutil y Molinero seguian intentando provocar destrozos por el flanco izquierdo de la defensa madrileña, pero seguía faltando algo. Ese algo podía llegar con la expulsión de Ángel, pero ni aún así se solucionada ese algo. Nada más la expulsión del jugador alfarero, el Murcia cogió otro aire, más incisivo, pero no lo suficiente como para intimidar a Santo Domingo. Terminaría el partido con un Murcia diluído, desalmado y sin posibilidades ponerse de pleno en la pelea por los playoffs.